ESTADOS UNIDOS-EL SALVADOR

Mientras elogia a Bukele, un ‘hombre fuerte’, Trump demuestra su poder sobre la ley, las universidades y los medios

Una alianza polémica que redefine la política migratoria y la educación

Mientras elogia a Bukele, un 'hombre fuerte', Trump demuestra su poder sobre la ley, las universidades y los medios

Este lunes, 14 de abril de 2025, Donald Trump recibió en la Casa Blanca a Nayib Bukele, presidente de El Salvador, consolidando una relación que ha despertado críticas tanto en Estados Unidos como en América Latina.

La reunión destacó por elogios mutuos: Trump alabó la estrategia de seguridad de Bukele, mientras este reiteró su disposición a colaborar con las estrictas políticas migratorias estadounidenses.

Este vínculo no solo refleja un alineamiento pragmático en temas de seguridad y migración, sino también una afinidad ideológica entre ambos líderes.

Bukele, conocido por su controvertido enfoque de «mano dura» contra las pandillas, ha sido clave para las políticas migratorias de Trump. La administración estadounidense ha deportado a miles de salvadoreños bajo acusaciones de terrorismo y crimen organizado, mientras Bukele ha utilizado estas medidas para reforzar su imagen como líder que ha «limpiado» su país del flagelo pandillero. No obstante, esta cooperación también plantea dilemas éticos y legales, especialmente frente a denuncias de abusos en las cárceles salvadoreñas y la supresión de derechos fundamentales bajo el estado de emergencia que lleva tres años vigente.

La sombra del autoritarismo

El encuentro entre Trump y Bukele se produce en un contexto donde ambos enfrentan críticas por sus estilos autoritarios. Trump ha intensificado su control sobre instituciones clave como universidades y medios de comunicación, utilizando amenazas económicas para moldear agendas políticas. Por ejemplo, ha presionado a universidades como Columbia y Harvard para que adopten reformas alineadas con sus intereses políticos, incluyendo la eliminación de programas de diversidad y equidad.

Bukele, por su parte, ha consolidado un modelo político basado en el control férreo del poder judicial y el legislativo, utilizando medidas populistas para desviar la atención de las denuncias internacionales por violaciones a los derechos humanos. Su capacidad para gestionar un discurso mediático favorable le ha permitido proyectar una imagen de éxito que oculta problemas estructurales como una economía frágil y una sociedad polarizada.

El impacto en la política migratoria

La alianza entre ambos mandatarios ha generado cambios significativos en la política migratoria. Estados Unidos paga millones de dólares para que El Salvador encarcele no solo a inmigrantes acusados de crímenes sino también a ciudadanos estadounidenses señalados como peligrosos. Este esquema refleja una externalización del sistema penitenciario estadounidense hacia países como El Salvador, algo sin precedentes.

Además, Bukele busca utilizar esta cooperación como moneda de cambio para obtener beneficios económicos y políticos. Entre sus objetivos destacan la reducción de aranceles impuestos por Estados Unidos y el fortalecimiento del apoyo financiero internacional.

Sin embargo, esta estrategia tiene un alto coste. Las deportaciones masivas han incrementado las tensiones sociales en El Salvador, mientras que el endurecimiento migratorio afecta directamente a miles de familias separadas por decisiones políticas que priorizan intereses nacionales sobre los derechos humanos.

10 curiosidades sobre Nayib Bukele

  1. Es el presidente más joven en la historia reciente de El Salvador.
  2. Su administración ha arrestado a más de 84.000 personas bajo su estrategia contra pandillas.
  3. Convirtió Bitcoin en moneda oficial del país antes de revertir esta decisión por presiones económicas.
  4. Encarceló a supuestos miembros de pandillas en una megacárcel con capacidad para más de 40.000 reclusos.
  5. Su uso estratégico de redes sociales lo convirtió en uno de los políticos más seguidos en Twitter.
  6. Ha sido criticado internacionalmente por socavar la independencia judicial.
  7. Bajo su mandato, El Salvador pasó a ser considerado uno de los países más seguros del continente según ciertos indicadores.
  8. Ha negado consistentemente haber negociado con pandillas pese a informes periodísticos que sugieren lo contrario.
  9. Su estilo comunicativo directo le ha ganado tanto admiradores como detractores.
  10. Comparte con Trump un enfoque populista y combativo hacia los medios críticos.

El encuentro entre Trump y Bukele no solo solidifica una relación bilateral crucial sino que plantea interrogantes sobre el futuro político e institucional tanto en Estados Unidos como en El Salvador. A medida que ambos líderes refuerzan sus respectivas bases políticas mediante tácticas autoritarias, el impacto sobre los derechos humanos, la justicia social y las relaciones internacionales será objeto constante de escrutinio global.

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