Tras más de dos años sin competir, Caster Semenya volvió a la competición. La doble campeona olímpica y tres veces campeona mundial en 800 metros eligió su Suráfrica natal para vestirse de corto, participando en el la prueba de 10km del Spar Women’s Grand Prix Series.
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Después de muchos años de juicios, polémicas y prohibiciones, la atleta africana fue apartada de la competición por sus altos ínidces de testosterona, uno de los motivos que la han llevado a reconvertirse para seguir ligada al mundo del atletismo.
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Semenya formó parte de este 10K quedando en el 14º puesto con su tiempo de 36:28 minutos, pero también lo hizo como la entrenadora de la ganadora de la prueba, su compatriota Glenrose Xaba (33:13).
A sus 34 años, Semenya parece que sabe que si quiere seguir ligada al mundo de la competición, tendrá que ser como mentora de otras atletas. Si ya lo tenía complicado antes, siendo uno de los casos de discriminación por más sonados en la historia del deporte mundial, la normativa internacional se endureció aún más la semana pasada, ya que todas las atletas que quieran competir en categoría femenina tendrán que superar un test de cromosomas.